La verdad es que más que una tarta para después de una comida sería más apropiada para una merienda (es una bomba calórica!) y con una porción te quedas más que satisfecho. El dulce de leche le va que ni pintado. En resumen, una tarta golosa, riquísima pero muy contundente.
Ingredientes
Base:
80 gr galletas digestive de soja
1 cucharada de azúcar
50 gr de mantequilla
70 gr nueces pecanas
Relleno:
600 gr de mascarpone
100 gr azúcar
3 huevos
1 cucharada colmada de harina
50 gr nata para montar
1 cucharada colmada de dulce de leche
Dulce de leche:
1 lata de leche condensada
Preparación
Primero vamos por el dulce de leche, para ello ponemos en el fondo de una olla alta un trapo doblado y encima la lata cerrada de dulce de leche (le quitamos sólo la tapa de plástico que lleva), echamos agua hasta cubrir por completo la lata y ponemos al fuego fuerte y cuando empiece a hervir lo bajamos para que mantenga un hervor suave. Lo tapamos y dejamos hervir tres horas. Es super importante que el nivel del agua esté siempre bastante por encima de la lata, de lo contrario puede explotar y hacernos daño. Pasadas las tres horas apagamos el fuego y dejamos enfriar por completo.
Por otro lado hacemos la base picando las galletas y las nueces y añadiendo la mantequilla derretida y el azúcar, mezclamos bien y ponemos en un molde desmontable previamente engrasado. Apretamos bien para que nos cubra totalmente la base. Metemos en la nevera para que se endurezca.
Para el relleno ponemos todos los ingredientes en un cuenco y batimos con las varillas hasta que quede todo bien mezclado y fino.
Volcamos sobre el molde con la base de galleta y al horno previamente calentado a 180 grados durante 15 minutos, luego lo bajamos a 130 grados y lo dejamos 60 minutos más o hasta que al pinchar os salga el cuchillo limpio.
Dejamos enfriar, desmoldamos y cubrimos con nuestro dulce de leche.
Una tacita de té al lado y a disfrutar!
